El “té clásico” generalmente se refiere a las variedades tradicionales de té que provienen de la planta
Camellia sinensis. Estas incluyen el té negro, verde, blanco y oolong, que se diferencian principalmente por el
grado de oxidación y procesamiento de las hojas. El té clásico se destaca por sus propiedades antioxidantes y
su rica historia cultural.

1. Té Blanco:

Antioxidantes Potentes: El té blanco es el menos procesado de todos los tés, lo que significa que retiene una gran cantidad de antioxidantes, especialmente polifenoles, que pueden ayudar a combatir el envejecimiento celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Salud de la Piel: El té blanco podría ayudar a proteger la piel del daño causado por la radiación UV y mejorar la salud general de la piel.

2. Té Negro:

Salud Cardiovascular: El té negro ha sido asociado con una reducción en el riesgo de enfermedades del corazón. El consumo regular puede ayudar a mejorar la salud de las arterias y reducir la presión arterial.
Aumento de Energía: Debido a su mayor contenido de cafeína, el té negro es una buena opción para aumentar la energía y mejorar la concentración.

3. Té Rojo (también conocido como té Pu-erh):

Pérdida de Peso: El té rojo es conocido por su capacidad para ayudar en la digestión y promover la pérdida de peso al mejorar el metabolismo de las grasas.
Desintoxicación: Este té se ha utilizado tradicionalmente en la medicina china para desintoxicar el cuerpo y mejorar la función digestiva.

4. Té Verde:

Prevención del Cáncer: El té verde es rico en catequinas, un tipo de antioxidante que ha mostrado propiedades anticancerígenas en varios estudios. También puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Mejora del Metabolismo: El consumo regular de té verde se asocia con una mejora en el metabolismo y la quema de grasa, lo que puede contribuir a la pérdida de peso. Cada tipo de té ofrece diferentes beneficios para la salud, y su consumo regular, como parte de una dieta
balanceada, puede contribuir significativamente al bienestar general.

1. Vierte 2 cucharaditas dosificadoras, en una taza de 7 oz (200 mL)
2. Mezcla bien hasta disolver completamente y disfruta tu delicioso té.
3. Agrega agua caliente, previamente hervida.

Después de abierto consumir en el menor tiempo posible, manténgase sellado en su envase original, en un lugar limpio, fresco y seco, protegido de la luz solar.

Mujeres en estado de embarazo o lactancia, deben consultar con su médico antes de consumir el producto.